Los cuentos infantiles se diferencian de otros cuentos porque están escritos para que los lean los niños. A menudo tienen una moraleja o una lección que es importante que el niño aprenda.
Las tres partes de un cuento infantil son:
Los cuentos infantiles suelen tener una moraleja o una lección que es importante que el niño aprenda.
El personaje principal es la persona a la que seguiremos a lo largo de la historia. Necesitamos asegurarnos de elegir a alguien que tenga cualidades con las que el lector pueda relacionarse. El personaje principal también debe ser alguien que tenga suficiente complejidad para mantener a los lectores interesados a lo largo de la historia.
No debemos elegir un protagonista que sea perfecto, ya que esto los haría poco realistas y poco interesantes. En su lugar, debemos crear un protagonista con defectos, para que se sienta más como un niño o una niña común.
El conflicto es el tema central en todas las historias. Es lo que impulsa la trama y crea suspenso, tensión e interés para el lector. El conflicto puede ser físico o emocional, entre personas o dentro de una persona. El conflicto también puede ser entre los deseos internos de un personaje y su realidad externa.
Hay muchos tipos de conflicto que los escritores usan para contar sus historias. El tipo más común es el conflicto interno, que es cuando un personaje tiene dos deseos opuestos (p. ej., querer ir a la escuela pero tener miedo). El conflicto externo ocurre cuando los personajes se ven envueltos en luchas con otras personas o cosas (p. ej., un niño quiere jugar béisbol pero su papá no lo deja).
La resolución es la parte final de la historia. Es cómo se resuelve el conflicto y cómo el protagonista aprende de él. La resolución puede ser difícil o fácil.
Si es fácil, generalmente significa que el protagonista ha aprendido de sus errores y ha podido cambiar para mejorar. Si es difícil, generalmente significa que hubo mucha lucha antes de llegar a un final aparentemente feliz.